El plástico ha sido una parte integral de nuestra vida cotidiana durante décadas. Sin embargo, su impacto ambiental negativo ha llevado a la necesidad de buscar alternativas sostenibles y promover el reciclaje. En este artículo, exploraremos el futuro del plástico, centrándonos en los plásticos biodegradables y el reciclaje como soluciones clave.
El Futuro de los Plásticos Biodegradables
La industria está buscando alternativas para reemplazar los plásticos de un solo uso que contaminan bosques y cuerpos de agua. En Colombia, por ejemplo, se generan 1,2 millones de toneladas de plásticos por año, con los envases representando 151 millones de toneladas y los bienes de consumo y vehículos generando millones de toneladas adicionales de residuos contaminantes.
En respuesta a esta problemática, la Universidad de Santander en Colombia está llevando a cabo un proyecto para generar bioplásticos a partir de cáscaras de piña. La idea es utilizar la piña perolera como materia prima para reemplazar los plásticos hechos de polímeros de petróleo. Este proyecto busca no solo generar un bioplástico, sino también utilizarlo como abono. Se están evaluando aspectos como la resistencia y la permeabilidad de los productos.
Esta iniciativa está alineada con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, que buscan reducir el impacto ambiental negativo de las ciudades colombianas para el año 2030. Uno de los objetivos es aprovechar el 30% de los materiales de envases y empaques, así como reducir en un 20% las emisiones de CO2 generadas por la inadecuada disposición de residuos. Además, se espera una reducción del 30% en la contaminación marina para el año 202
Beneficios de los Plásticos Biodegradables
La apuesta por los plásticos biodegradables ayudará a cumplir el objetivo de reducir la contaminación. A diferencia de los plásticos tradicionales, los biodegradables se descomponen de forma natural y pueden ser digeridos por los seres vivos, lo que reduce la contaminación ambiental.
Existen diferentes tipos de plásticos biodegradables, como los de origen fósil y biológico, también conocidos como bioplásticos. Estos productos pueden ser compostables o no compostables. Los plásticos biocom utilizan como materia prima material vegetal derivado del maíz, trigo, yuca y otros alimentos.
El Destino de la Mayoría de los Productos Plásticos
Un consumo responsable comienza desde el diseño del producto, implementando requisitos para optimizar su uso de plástico. Además, es crucial tener conciencia de cómo gestionar y reciclar adecuadamente los productos plásticos al final de su vida útil, para promover la economía circular.
Consideraciones para un Consumo Responsable de Plásticos
Algunas consideraciones importantes para un consumo responsable de plásticos incluyen:
- Implementar un diseño adecuado, utilizando la cantidad mínima necesaria de plástico (ecodiseño).
- Incorporar materiales reciclados y reciclables en el proceso de diseño.
- Utilizar nuevos materiales compostables y de origen vegetal, evitando los plásticos oxodegradables que generan una degradación acelerada.
- Evitar el uso de plásticos de un solo uso, fomentando el uso de productos reutilizables.
- Optimizar la fabricación para generar la menor cantidad de residuos posibles.
Para identificar los residuos plásticos industriales, se utilizan códigos específicos establecidos por la Unión Europea. Estos códigos permiten identificar el tipo de polímero con el que está fabricado el residuo y facilitan su clasificación y reciclaje.
Tipos de Plásticos y su Reciclaje
Existen tres tipos principales de plásticos:
- Termoplásticos: se pueden moldear y deformar a temperatura ambiente, se vuelven líquidos al calentarse y se endurecen al enfriarse.
- Termoestables: se vuelven rígidos después de un proceso de calentamiento y solidificación.
- Elastómeros: plásticos elásticos que pueden estirarse y volver a su forma original.
Para facilitar la identificación de los residuos plásticos, la UE ha establecido códigos numéricos seguidos de siglas para cada tipo de polímero. Por ejemplo, el PET (tereftalato de polietileno) se utiliza en envases y botellas de agua, mientras que el PE-HD (polietileno de alta densidad) se encuentra en envases de zumos y detergentes líquidos.
El destino ideal para los residuos plásticos es el reciclaje. Existen diferentes tecnologías de reciclaje, como el reciclaje mecánico, químico y por disolución.
Reciclaje Mecánico
El reciclaje mecánico es el más utilizado y consiste en trocear los residuos plásticos y utilizarlos como materia prima para fabricar nuevos productos. Se utiliza en la fabricación de granza reciclada, que puede ser transformada mediante procesos de extrusión o inyección.
Los residuos plásticos para el reciclaje mecánico provienen de residuos sólidos urbanos y residuos plásticos sobrantes de procesos industriales. Se clasifican según su origen y su proceso de reciclaje.
Algunas ventajas del reciclaje mecánico incluyen su bajo coste productivo, la ausencia de contaminación ambiental, mayores ganancias y la existencia de un mercado para los productos finales.
Reciclaje Químico
El reciclaje químico implica la conversión de los residuos plásticos en monómeros o la producción de nuevas materias primas mediante cambios en su estructura química. Esta tecnología es especialmente útil para los plásticos mezclados o potencialmente contaminados que no se pueden reciclar mecánicamente.
Existen diferentes tipos de reciclaje químico, como el craqueo térmico, el craqueo químico y el craqueo biológico. Cada uno de ellos tiene sus propias ventajas, como aumentar la eficiencia de los recursos, cerrar el ciclo hacia una economía circular, reducir la huella de carbono y disminuir el uso de recursos fósiles y las emisiones de CO
Reciclaje por Disolución
El reciclaje por disolución, también conocido como reciclaje físico, implica la disolución de los residuos plásticos en disolventes y agentes químicos para separar los diferentes polímeros. Esto permite obtener materiales separados que pueden ser utilizados como materias primas recicladas.
El objetivo del reciclaje por disolución es separar los polímeros y los aditivos para obtener materiales reciclados que puedan ser reintroducidos en el proceso productivo.
El futuro del plástico se encuentra en el desarrollo de alternativas sostenibles, como los plásticos biodegradables, y en el fomento del reciclaje. El uso responsable de plásticos, la implementación de prácticas de reciclaje y el desarrollo de tecnologías de reciclaje avanzadas son clave para reducir el impacto ambiental negativo de los plásticos y avanzar hacia una economía circular.
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