El plástico es uno de los materiales más utilizados en todo el entorno debido a su versatilidad y durabilidad. Sin embargo, su producción y desecho han generado un grave problema ambiental. Afortunadamente, la ciencia ha encontrado una posible solución en la bacteria Ideonella sakaiensis, capaz de descomponer el tereftalato de polietileno, uno de los componentes más comunes en el plástico.
Qué descompone el plástico
El plástico está compuesto principalmente por polímeros derivados del petróleo, como el polietileno, el polipropileno y el tereftalato de polietileno (PET). Estos polímeros son muy resistentes a la degradación natural, lo que significa que permanecen en el medio ambiente durante cientos de años.
El PET es especialmente problemático, ya que se utiliza en la fabricación de botellas de bebidas y otros envases. Según un informe publicado en enero de 2016, solo se recupera y recicla aproximadamente el 15% de los envases de PET a nivel mundial. El resto se acumula en vertederos o se dispersa en el medio ambiente, especialmente en los océanos.
Qué hace la bacteria Ideonella sakaiensis
La bacteria Ideonella sakaiensis ha sido descubierta en el interior de una planta de reciclaje de botellas de plástico. Esta bacteria tiene la capacidad de descomponer por completo el tereftalato de polietileno, convirtiéndolo en sustancias más simples y menos dañinas para el medio ambiente.
Este hallazgo es especialmente importante porque el PET solo tiene aproximadamente 70 años de existencia. Esto significa que la bacteria Ideonella sakaiensis ha evolucionado en un corto período de tiempo para poder descomponer este tipo de plástico. Esta capacidad podría ser utilizada para acelerar el proceso de degradación del plástico en vertederos y océanos, reduciendo así su impacto ambiental.
Dónde conseguir la bacteria Ideonella sakaiensis
Actualmente, la bacteria Ideonella sakaiensis solo se encuentra en plantas de reciclaje de botellas de plástico. Sin embargo, los científicos están trabajando en la posibilidad de utilizar esta bacteria de forma controlada en otros entornos para acelerar la descomposición del plástico.
Además, se están realizando investigaciones para comprender mejor el funcionamiento de la bacteria y su capacidad para descomponer otros tipos de plástico. Esto podría abrir la puerta a nuevas soluciones para el problema de los desechos plásticos en el futuro.
La bacteria Ideonella sakaiensis representa una esperanza en la lucha contra la contaminación por plásticos. Su capacidad para descomponer el tereftalato de polietileno ofrece la posibilidad de reducir el impacto ambiental de este material tan utilizado en todo el entorno.
Es importante seguir investigando y desarrollando nuevas soluciones para abordar el problema de los desechos plásticos. El diseño de nuevos plásticos a partir de fuentes renovables y la promoción de un consumo responsable son algunas de las medidas que también deben tomarse en cuenta.
La bacteria Ideonella sakaiensis es un ejemplo de cómo la naturaleza puede ofrecer soluciones sorprendentes a los problemas que enfrentamos. Si bien aún queda mucho por hacer, este descubrimiento nos da esperanza de un futuro más sostenible y libre de contaminación plástica.
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